MÁS ALLÁ DE LA FICCIÓN...


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"Las mujeres los prefieren "sapos" o "dragones"".
  Por Diego Ignacio Almonte  


En la mayoría de las historias, podemos encontrar a lo largo de las narraciones diferentes y particulares criaturas, desde las más excéntricas a las más comunes, tales como: brujas, demonios, lagos encantados, peregrinaciones y aventuras en lo profundo de la noche y cuánta más cosas que al final terminan siendo eso, “cuentos”, que desaparecen cuando llegas a la última hoja o simplemente cierras el libro. Sin embargo, se están narrando nuevas historias en donde los principales están quedando relegados y los villanos están tomando cada vez más protagonismo, y todo por una fantasía mal elaborada insertada en las mentes de aquellos que terminan, bajo influencia de las historias, en una realidad totalmente distinta.

A toda mujer desde su infancia se le inculcó a través de los cuentos que el amor llegaría a su puerta y vestidos de azul. Fueron creciendo con esta idea de un amor idealizado y de un supuesto hombre trajeado de alguna tienda de Elite. Sin embargo, la realidad cayó sobre ellas de manera brusca y bastante osada, razón por la cual las mujeres se cansaron de esperar, porque “este hombre” nunca apareció o directamente nunca existió. A nosotros, desde pequeños se nos inculcó, desde los comics, dibujos o historietas ser ese caballero aguerrido, que va por su lucha y rescate, nos infundieron la idea de ser supermanes, que habría una débil dama vulnerable y expectante a nuestra llegada; pero nos distrajimos en el camino o eso nunca pasó, porque nunca estuvieron allí ¿La razón? Ahora son ellas las que salen a buscar. En otras palabras, la realidad se encargó de hacernos un inoportuno desencuentro.


En toda historia pasa algo más o menos así: Hay monstruos y castillos embrujados, seres en miniaturas y grandes paraísos, doncellas a la espera de su príncipe, como dragones que se encarga de aprisionarlas en grandes torres, sapos que dicen ser amantes encantados y brujas envidiosas de la belleza de las más jóvenes… y hay para seguir hablando. Hoy me centraré en cuatro personajes de esta gama de historias, pero describiré la personalidad aproximada y bien extrema de dos, criaturas fenotípicas por preferencia que serían las desviaciones amorosas de la doncella en cuestión y que, actualmente, se está viendo mucho en la realidad. La secuencia de la historia sería algo más o menos así, el hombre lucha con el dragón y lo derrota, va por su bella mujer y la rescata, y viven felices para siempre, porque para ellos la felicidad es algo constante, no tienen problemas y el futuro es bastante inconcluso, pero seguramente feliz. Sin embargo, en estos momentos está pasando un fenómeno totalmente distinto: Como estos hombres nunca aparecieron y las mujeres se cansaron de esperar, ahora, en su defecto, se están quedando con los dragones y con los encantados verdes. 

Trasladando la fantasía a la realidad, los dragones en el nivel simbólico representaría, según un acercamiento a su personalidad, a la persona peligrosa, adicta al riesgo, seductora, emocionalmente atrayente, estimulante, con tendencias a hábitos dañinos, de carácter fuertes, con libre consciencia de hacer lo que se les antoje, no hay sociedad o persona que los retenga, controladores, egoísta, aventureros, fuertes, espontáneos, abiertos a las experiencias nuevas, aparentemente inmunes al miedo, atractivos, manipuladores, arrogantes, obstinado, pasionales, impulsivos, aunque todo bien calculado, con sentimiento de superioridad, posesivos, vanidosos, con tendencia a la ira, divertidos, dominantes, inflexivos, defensivos y territoriales, que en otras palabras, son los llamados “chicos malos”, y las mujeres sienten una fascinación por ellos, una atracción hipnótica, porque las estimula, las hacen sentir mujeres, las induce a creer que serán espontáneos con ellas, que las van a llevar al límite y éxtasis de sus vidas y las van a proteger ante todo, como hace el dragón cuando está ella en la torre “prisionera pero protegida”. No obstante, su terquedad por estos escupe fuegos las atrapa en una paradoja, porque finalmente las dañan, manipulan, las tienen bajo restricción y dependencia. Terminan dándose cuenta que como son con los demás, agresivos, terminan comportándose así con ellas, y lo que es peor aún, terminan perdonándoles todo, porque ellos aún saben cómo retenerlas en esta torre que llaman “amor”. 

Por el contrario, el sapo encantado sería el tipo de persona chamuyera ó chamuyenta, el único que por sus palabreríos les hace creer una realidad inexistente a toda mujer atractiva que pasa ante sus ojos. Ya que, por lo común, no son muy agraciados y/o tienen baja autoestima, lo compensan en el buen palabrerío y lindos versos, algo que desarrollaron bastante bien, inventan cosas que en realidad no son, prometen el cielo y la tierra, pero sobre todo prometen falsas apariencias. Son creativos, poetas, divertidos, sensibles, buenos para hablar, mentirosos por naturaleza, verseros, hábil para las historias o anécdotas, mujeriegos, dicen siempre que han sido víctimas de las circunstancias, normalmente quieren dar lástima, les echa la culpa a otros, que han sido siempre perjudicados (en los cuentos, que han sido hechizados o maldecidos por la pagana bruja, que por lo general se refieren a su ex) y que por dentro esconde un gran potencial, son mejores de lo que los demás piensan pero que por ahora no han sido lo bastante afortunados para demostrarlo. Son inteligentes, manipuladores, y, a decir verdad, no están encantados y son bastante inconsistentes. Lo peor, es que hay algunas que saben todo esto, pero mientras sean halagadas, los aceptan o simplemente se dejan engañar. No obstante, termina siendo siempre fugaz, ya que finalmente se dan cuenta que, pese al romance y a los besos, la criatura sigue siendo un sapo, y terminan dejándolos. O, por el contrario, él ya aburrido (como normalmente suele pasar una vez que consiguió su objetivo) las dejas dando un gran brinco hacia otra desorientada.

La realidad es esta, las mujeres están prefiriendo a los “dragones” y “sapos encantados” más que de aquel que quiere ir en busca de ella. Entonces el hombre debe luchar contra estas dos aberraciones. El amor ha sido idealizado, las pasiones han sido desviadas. No es necesario tener un color consensuado para salir a buscarlas, pero tampoco debemos pensar que están ahí, pasivas, esperando a que vengan por ellas. La mujer está más activa que nunca, sabe lo que quiere ó, por lo menos, cree saberlo. Ella ahora sale y busca. La cultura ha avanzado y los cuentos deben ser actualizados, dejemos a los sapos que resuelvan su inmadurez (he ahí su color) y complejos en algún lago, y a los dragones debilitados ante mujeres más fuertes, pero sobre todo saquémonos este ilusorio traje azul, porque no somos príncipes, ni supermanes, ni perfectos, somos simplemente hombres que necesitamos construir un final y a su vez un comienzo tan ansiado tanto como para ellas.

En este libro que llamamos vida, la última hoja está en blanco, y tu puedes darle un final, ¿Uno feliz? ¿O quizás uno triste? ¿Uno en que los dragones y sapos ganan? ¿O uno en donde puedes dirigir tus pasos y decisiones? La pluma está en tu mano, ya se te avisó y sabes a lo que te enfrentas, yo sin más llego hasta aquí, ahora tú, escribes el final…

"Encantados verdes"

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"Bad boys"

2 Responses to “MÁS ALLÁ DE LA FICCIÓN...”

  1. La mejor manera de no defraudarse y no frustrarnos en el encuentro Realidad vs fantasia.
    Es aprender a no esperar nada y darnos la oportunidad de sorprendernos

  2. Bell says:

    en el libro "Viva la Diferencia" de Pilar Sordo (autora y psicóloga de tu tierra) se habla de este tema especifico analizando como el inconsciente colectivo influye en la mente de las mujeres para que tengan esa fantasía del hombre que las va a salvar. tu descripción del sapo me hizo acordar a mucha gente que conozco, esta buena. saludos

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